Sor Juana Guillén: Ejemplo de virtud
La pequeña Juana Guillén irradiaba encanto y modestia, siendo admirada en la iglesia. Las madres alentaban a sus hijas a imitarla por su dulzura, gracia, madurez e integridad. Aprendió virtudes de su tía Mariana Guillén, quien profetizó su santidad, y dedicaba mucho tiempo a la oración desde temprana edad. Se entregó completamente a la devoción, comenzó a ayunar con siete años y se consagró a Jesús a los diez años con un voto de virginidad.