Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Imágenes

La premonición de Sor Juana Guillén

Imagen
En un tiempo de gran escasez en Orihuela, Sor Jerónima Francés, Priora del convento, se vio sin recursos para alimentar a su comunidad. Oró con fe y buscó consuelo en Sor Juana Guillén, quien, con total certeza, le aconsejó repartir el poco pan que quedaba y confiar en la ayuda de Dios. El pan, contra todo pronóstico, alcanzó y sobró. Aunque las fuentes de la época no son del todo explícitas, dejan entrever que pudo ocurrir un milagro de multiplicación de los panes, pues era imposible que con tan poco se pudiese alimentar a toda la comunidad. Pero eso no fue todo, pues aquella misma noche, mientras dormía, una voz guio a Sor Jerónima hasta un arca, donde halló en su fondo ocho reales, con los que se resolvió la gran necesidad en que se encontraban. Estos hechos fueron considerados como un milagro, fruto de la fe y de la certeza profética de Sor Juana Guillén.

El mirto donde se apareció Jesucristo a Sor Juana Guillén

Imagen
Fotografía actual del árbol en el que se apareció Nuestro Señor Jesucristo a la Venerable Sor Juana Guillén. A lo largo de su vida, Sor Juana Guillén fue agraciada con numerosas manifestaciones de nuestro Señor, quien se le presentó en distintas formas: desde niño hasta glorioso en su resurrección. Entre estas apariciones, destaca aquella en la que se le mostró con la cruz sobre sus hombros , ocurrida junto a este mirto del convento, donde la Venerable tuvo la gracia de contemplar sus santas llagas y unirse a su pasión redentora. Durante las misas especiales en nombre de Sor Juana Guillén el día 2 de cada mes en la iglesia conventual de San Sebastián, en Orihuela, los fieles pueden tomar una ramita del mirto como signo de devoción y recuerdo de la entrega de la Venerable, pidiendo su intercesión para recibir gracias y favores.

Curación de Isabel Torres por intercesión de Sor Juana Guillén

Imagen
Alrededor de 1615, en el beaterio de Orihuela, residía Isabel Torres, quien padecía dolorosas pústulas en los ojos que la habían dejado casi ciega. Sin hallar alivio alguno en la medicina, y al conocer los milagros obrados por intercesión de Sor Juana Guillén, pidió ayuda a la piadosa Juana Talona, tía de la niña milagrosamente sanada anteriormente. Isabel recibió de ella una estampa de Sor Juana Guillén y, al aplicarla con fe sobre sus ojos, quedó de inmediato sanada, recobrando por completo la vista. Por medio de estas obras, el Señor muestra cómo Sor Juana Guillén socorre a quienes confían en ella, especialmente en la enfermedad y la necesidad.

Huerta del convento de San Sebastián: lugar de enseñanza de Sor Juana Guillén

Imagen
Fotografía de la huerta del convento agustino de San Sebastián en Orihuela, donde la Venerable Sor Juana Guillén vivió como religiosa y desarrolló gran parte de su vida espiritual. A la izquierda de la imagen, junto a la alta palmera, se distingue el mirto en el que se le apareció Jesucristo cargado con la cruz . Durante su admirable labor como Maestra de Novicias , Sor Juana Guillén solía valerse de elementos sencillos, como los de la huerta, y acciones cotidianas para enseñar profundas lecciones espirituales. Mostrando una flor, decía: - “¿No veis qué bien huele esta flor? Si a nuestro sentido huele tan bien esta florecilla, y la vista es tan hermosa, pues ¿Cuánto más hermosas y olorosas serán las virtudes a Dios? Seamos, hermanas, de buen olor a Dios: procuremos las virtudes para parecer bien a los divinos ojos.” Al contemplar las hojas mecidas por el viento, comentaba: - “¿No veis con qué alegría alaban estas hojas a quien las crió? Pues nosotras alabemos alegremente al Señor que n...

El éxtasis de Sor Juana Guillén

Imagen
La Venerable Sor Juana Guillén vivió una vida entregada por completo a la oración, dedicando hasta catorce horas diarias a la oración mental. Su recogimiento era tan profundo que, con frecuencia, quedaba en suspensión o éxtasis, ajena a cuanto la rodeaba. Las hermanas del monasterio la veían inmóvil, con el rostro encendido y la mirada baja, sin responder a estímulos externos. En una ocasión, fue vista en su celda levitando, elevada tres palmos del suelo, hecho recogido en el proceso de beatificación.

Antiguo relicario de Sor Juana Guillén

Imagen
Relicario que incluye una ilustración poco común de Sor Juana Guillén, acompañada de dos reliquias: un fragmento de tela que ha estado en contacto con sus sagrados restos y una hoja del mirto del convento, junto al que se le apareció nuestro Señor Jesucristo . A lo largo del tiempo se han recogido numerosos testimonios de favores obtenidos por quienes han invocado su intercesión con fe, muchos de ellos relacionados con estampas y reliquias de la Venerable.

Curación de Fray Pedro Gilabert por intercesión de Sor Juana Guillén

Imagen
Fray Pedro Gilabert, agustino de Orihuela, padeció durante cinco años una grave enfermedad que le cubrió el cuerpo de profundas llagas supurantes y dolorosas. El 10 de abril de 1816, en plena noche y sin consuelo por el dolor, se encomendó con fervor a Sor Juana Guillén, de quien guardaba una estampa. Tocó sus heridas con ella y se durmió. A la mañana siguiente, al descubrirle las vendas, las llagas estaban secas, cerradas y limpias, quedando solo las cicatrices. Volvió a caminar, vistió calzas y zapatos nuevos, y ofreció dos piernas de cera y un retrato en gratitud a la Venerable.

Carta de Sor Juana Guillén en favor de una hermana necesitada

Imagen
Carta escrita por Sor Juana Guillén pidiendo ayuda para conseguir un hábito para otra religiosa del convento que se encontraba en extrema pobreza. Bien conocida es la virtud de la caridad en Sor Juana, quien desde niña socorría a los más necesitados, repartiendo alimentos, ropas y enseñándoles con sencillez y ternura. Continuó esta labor dentro del convento, ayudando también a sus hermanas, llegando incluso a desprenderse de lo imprescindible, como su manta, colchón y ropa, por amor a los demás y a Jesucristo. Cuando no tenía con qué ayudar, buscaba quién lo hiciera, escribiendo cartas como ésta, que retratan, sin proponérselo, la hondura de su compasión. Desgraciadamente, no han llegado hasta nuestros días muchas cartas de Sor Juana Guillén. Según testimonio del Padre Gaspar Mancebón, su confesor y primer biógrafo, él mismo destruyó muchas de las que recibió por respeto a la intimidad de su alma, convencido de que ella viviría más que él, y queriendo evitar que cayeran en manos aj...

Estampa de la aparición de Jesucristo a Sor Juana Guillén y convento de San Sebastián

Imagen
Antigua estampa devocional destinada a fomentar el culto a la Venerable Sor Juana Guillén. En ella se representa el convento de San Sebastián, en Orihuela, donde la religiosa agustina pasó gran parte de su vida. A la derecha de la composición, se reproduce un cuadro que muestra una de sus experiencias místicas más significativas: el encuentro con Jesucristo cargado con la cruz, ocurrido en la huerta del convento junto a un mirto. Esta obra fue tristemente destruida durante la Guerra Civil. Pueden ver el cuadro restaurado digitalmente pulsando aquí .

Representación de Sor Juana Guillén (1617)

Imagen
Imagen de la Venerable Sor Juana Guillén, publicada en su primera biografía, escrita por el Padre Gaspar Mancebón (OSA), quien fue también uno de sus confesores. La obra “Vida de la Madre Sor Juana Guillén” vio la luz en el año 1617, diez años después del fallecimiento de la Venerable, y fue impresa por Felipe Mey. Esta representación ha sido extraída de un ejemplar original digitalizado por Google. Puede descargar la obra completa (en formato pdf) mediante el siguiente enlace: https://drive.google.com/file/d/1lRXZLiErPYpXKGaSQvbna4pYSQOrEI8O/view?usp=sharing

Emanaciones curativas en la tumba de Sor Juana Guillén

Imagen
En 1882, el sacristán del convento de agustinas de Orihuela, Joaquín Pérez, descubrió asombrado que la lápida del sepulcro de Sor Juana Guillén parecía sudar, emitiendo un líquido inexplicable. Este fenómeno fue presenciado también por el P. Payá, quien lo interpretó como un signo de tiempos difíciles para la Iglesia. Años después, en 1889, Dolores Sánchez fue testigo de un hecho singular. Mientras acompañaba a su amiga Pilar Ruiz, quien quiso besar la tumba de la Venerable Sor Juana Guillén, ambas observaron que la lápida desprendía gotas de agua, formando un pequeño charco. Pilar, asustada, pasó un pañuelo por la piedra y lo encontró completamente mojado. Dolores, incrédula, corrió a comprobarlo y vio con sus propios ojos cómo la tumba “lloraba”. Más tarde, Dolores usó aquel pañuelo empapado para aliviar un fuerte dolor de muelas de su madre, quien sanó de repente. Poco después, su madre sufrió una grave caída que la dejó con el pie totalmente inmovilizado. Tras probar distintos ...

El Don Profético de Sor Juana Guillén

Imagen
Sor Juana Guillén tenía la capacidad de conocer los pensamientos y secretos de las almas, así como de predecir el futuro con precisión. Este carisma se manifestó en múltiples ocasiones dentro del monasterio, ayudando a las religiosas a superar crisis espirituales, fortalecer su vocación y descubrir la voluntad de Dios en sus vidas. Entre sus revelaciones más impactantes estuvo la visión del ascenso al cielo de su madre . También predijo la vocación de varias monjas antes de que ellas mismas lo supieran y aseguró a otras que su ingreso al convento ocurriría en el momento adecuado. Además, descubrió pensamientos ocultos: las dudas de una novicia que temía profesar ante la negativa de su padre, el enfado de otra que planeaba venganza por una burla o los escrúpulos de una que evitaba comulgar por una falta menor. Durante una oración, Sor Juana se acercó a una hermana y, con voz serena, le susurró un mensaje: “Se me manda que os diga que cuando penséis en el misterio de la cruz…”. En él...

Curación milagrosa de dos niños por la intercesión de Sor Juana Guillén

Imagen
El poder de intercesión de Sor Juana Guillén quedó de manifiesto en la curación de dos niños gravemente enfermos, testimonios de los favores celestiales que sus devotos obtienen por parte de la Venerable. Una niña de cuatro años, Josefa Escalona Sánchez, sufría una serie de graves padecimientos que incluían visiones terroríficas, parálisis parcial, convulsiones, ataques de epilepsia y fiebre alta. Durante quince meses, su condición empeoró hasta el punto de temer por su vida. Ante esta situación, siguiendo el consejo del P. Gaspar Mancebón, su tía hizo que besara una estampa de la Venerable mientras la encomendaba en sus oraciones y colocó una reliquia de Sor Juana Guillén en el pecho de la niña. Esa noche, la pequeña durmió tranquilamente por primera vez en mucho tiempo y despertó completamente sana. La niña relató, con todo detalle, que Sor Juana Guillén se le había aparecido, la abrazó y le dijo: “Hijita, ya estás buena; sé buena e irás al Cielo”. Unos días más tarde, un milagro...

Apariciones de la Virgen María y San Juan Evangelista a Sor Juana Guillén

Imagen
Sor Juana Guillén fue agraciada con numerosas experiencias místicas y apariciones de la Santísima Virgen María y San Juan Evangelista, quienes la protegieron y apoyaron en momentos clave de su vida. Aunque la mayoría de estos hechos permanecen en discreto misterio debido a la humildad de la Venerable, quien solía relatarlos en tercera persona, abundan los testimonios y evidencias que los avalan. En una carta a su confesor, Sor Juana describió una visión celestial en la que contempló a la Virgen María rodeada de santos cantando la Salve Regina . También mencionó el caso de “un alma que recibió muchos regalos y favores de la Santísima Señora”, clara alusión a sus propias vivencias. San Juan Evangelista, su patrono y protector, también se le apareció en varias ocasiones, dándole fortaleza en momentos de enfermedad y dificultad. En una de estas visitas, el santo le aseguró que no moriría de una dolencia que sufría en ese momento, sino de la siguiente, como efectivamente sucedió, animán...

Partida de bautismo de Sor Juana Guillén (1575)

Imagen
Partida bautismal de la Venerable Sor Juana Guillén procedente del  Archivo Histórico Diocesano de Orihuela, registrada en la parroquia de Santiago.  El documento  recoge la siguiente información : el 28 de diciembre de 1575, Monseñor Luis Sabater bautizó a la hija de Honorato Guillén y Ana Ramírez, a quien se le impusieron los nombres de Leonor Juana. Actuaron como padrinos Jaime Rausell y Águeda Pérez de Lucas, viuda del médico D. Juan de Villanueva.

Estampa de Sor Juana Guillén con reliquia

Imagen
  Estampa moderna de Sor Juana Guillén donde se puede apreciar una imagen de la primera versión de su estatua y una oración para solicitar las gracias que se deseen. En el reverso, se incluye una breve biografía de la Venerable y los datos de contacto del convento de San Sebastián en Orihuela, donde pueden comunicarse los favores atribuidos a su intercesión y realizar donativos.  Una característica especial de esta estampa es que contiene una reliquia: un fragmento de tela que ha estado en contacto con sus sagrados restos.

Sor Juana Guillén: Unión plena con Dios

Imagen
La vida de Sor Juana Guillén fue una constante aspiración al cielo, marcada por un profundo anhelo de unión con Dios. Soportó con inquebrantable fe y humildad los intensos tormentos que le trajo su enfermedad hasta que, finalmente, el 2 de junio de 1607, a los 31 años, tras despedirse de sus hermanas del convento y quedarse a solas con Jesucristo, entregó su alma al cielo en completa paz y serenidad. La noticia de su muerte conmovió profundamente a la ciudad de Orihuela, que acudió en masa a despedir a quien ya era reconocida por su vida ejemplar y su fama de santidad. Sor Juana Guillén dejó como legado una existencia consumada en el amor absoluto y la entrega total a Dios, un ejemplo que inspira e ilumina los corazones en el camino de la fe.

Sor Juana Guillén: Un adiós definitivo al mundo exterior

Imagen
Tras cumplir con las últimas voluntades de su madre, Sor Juana Guillén selló su compromiso final con Dios, despidiéndose para siempre de todo lo material y del mundo exterior. Con el permiso de sus confesores y de la priora, hizo voto de silencio hacia el mundo, restringiendo sus palabras a sus hermanas de convento y a su confesor. Antes de pronunciar dicho voto, recibió a sus amigos y seres queridos para una última despedida, asegurándoles que su próximo encuentro sería “en el cielo” o “en el Valle de Josafat”. Con este acto de renuncia, Sor Juana consolidó su misión espiritual, dejando un testimonio grandioso e inspirador de amor y entrega a Dios y Jesucristo.

Sor Juana Guillén: Entrega total a Dios

Imagen
Tras la muerte de su madre, Sor Juana Guillén cumplió dos votos de extraordinario valor: no hablar con nadie fuera del convento, a excepción de su padre espiritual, y renunciar a todas las posesiones materiales no imprescindibles para vivir. Abandonó su celda, trasladándose a una más pequeña y desprovista, y entregó sus pocas pertenencias, incluyendo su querido cuadro de San Juan Evangelista , no dejando nada a lo que aferrarse. Estos actos de humildad, devoción y penitencia inspiraron profundamente a sus hermanas del convento, dejando una huella imborrable y un poderoso ejemplo de sacrificio y entrega a Dios.

Cuadro “Aparición de Jesucristo resucitado a la Venerable Sor Juana Guillén”

Imagen
Cuadro que representa una de las apariciones de Jesucristo a Sor Juana Guillén, preservado en el convento de las Madres Agustinas de Segovia. La Venerable Sor Juana Guillén experimentó numerosas apariciones de Jesús, recibiendo de él innumerables gracias y favores, de las cuales raramente hablaba. Compartía estas experiencias, muy eventualmente y siempre en tercera persona, con el único propósito de reconfortar los corazones de sus hermanas del convento.