Sor Juana Guillén: Unión plena con Dios
La vida de Sor Juana Guillén fue una constante aspiración al cielo, marcada por un profundo anhelo de unión con Dios. Soportó con inquebrantable fe y humildad los intensos tormentos que le trajo su enfermedad hasta que, finalmente, el 2 de junio de 1607, a los 31 años, tras despedirse de sus hermanas del convento y quedarse a solas con Jesucristo, entregó su alma al cielo en completa paz y serenidad.
La noticia de su muerte conmovió profundamente a la ciudad de Orihuela, que
acudió en masa a despedir a quien ya era reconocida por su vida ejemplar y su
fama de santidad. Sor Juana Guillén dejó como legado una existencia consumada
en el amor absoluto y la entrega total a Dios, un ejemplo que inspira e ilumina
los corazones en el camino de la fe.