Curación de Isabel Torres por intercesión de Sor Juana Guillén


Alrededor de 1615, en el beaterio de Orihuela, residía Isabel Torres, quien padecía dolorosas pústulas en los ojos que la habían dejado casi ciega. Sin hallar alivio alguno en la medicina, y al conocer los milagros obrados por intercesión de Sor Juana Guillén, pidió ayuda a la piadosa Juana Talona, tía de la niña milagrosamente sanada anteriormente. Isabel recibió de ella una estampa de Sor Juana Guillén y, al aplicarla con fe sobre sus ojos, quedó de inmediato sanada, recobrando por completo la vista.

Por medio de estas obras, el Señor muestra cómo Sor Juana Guillén socorre a quienes confían en ella, especialmente en la enfermedad y la necesidad.