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Curación milagrosa de dos niños por la intercesión de Sor Juana Guillén

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El poder de intercesión de Sor Juana Guillén quedó de manifiesto en la curación de dos niños gravemente enfermos, testimonios de los favores celestiales que sus devotos obtienen por parte de la Venerable. Una niña de cuatro años, Josefa Escalona Sánchez, sufría una serie de graves padecimientos que incluían visiones terroríficas, parálisis parcial, convulsiones, ataques de epilepsia y fiebre alta. Durante quince meses, su condición empeoró hasta el punto de temer por su vida. Ante esta situación, siguiendo el consejo del P. Gaspar Mancebón, su tía hizo que besara una estampa de la Venerable mientras la encomendaba en sus oraciones y colocó una reliquia de Sor Juana Guillén en el pecho de la niña. Esa noche, la pequeña durmió tranquilamente por primera vez en mucho tiempo y despertó completamente sana. La niña relató, con todo detalle, que Sor Juana Guillén se le había aparecido, la abrazó y le dijo: “Hijita, ya estás buena; sé buena e irás al Cielo”. Unos días más tarde, un milagro...

Apariciones de la Virgen María y San Juan Evangelista a Sor Juana Guillén

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Sor Juana Guillén fue agraciada con numerosas experiencias místicas y apariciones de la Santísima Virgen María y San Juan Evangelista, quienes la protegieron y apoyaron en momentos clave de su vida. Aunque la mayoría de estos hechos permanecen en discreto misterio debido a la humildad de la Venerable, quien solía relatarlos en tercera persona, abundan los testimonios y evidencias que los avalan. En una carta a su confesor, Sor Juana describió una visión celestial en la que contempló a la Virgen María rodeada de santos cantando la Salve Regina . También mencionó el caso de “un alma que recibió muchos regalos y favores de la Santísima Señora”, clara alusión a sus propias vivencias. San Juan Evangelista, su patrono y protector, también se le apareció en varias ocasiones, dándole fortaleza en momentos de enfermedad y dificultad. En una de estas visitas, el santo le aseguró que no moriría de una dolencia que sufría en ese momento, sino de la siguiente, como efectivamente sucedió, animán...

Partida de bautismo de Sor Juana Guillén (1575)

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Partida bautismal de la Venerable Sor Juana Guillén procedente del  Archivo Histórico Diocesano de Orihuela, registrada en la parroquia de Santiago.  El documento  recoge la siguiente información : el 28 de diciembre de 1575, Monseñor Luis Sabater bautizó a la hija de Honorato Guillén y Ana Ramírez, a quien se le impusieron los nombres de Leonor Juana. Actuaron como padrinos Jaime Rausell y Águeda Pérez de Lucas, viuda del médico D. Juan de Villanueva.

Artículo sobre Sor Juana Guillén - Revista Regnabit (1927)

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Artículo sobre Sor Juana Guillén publicado en la revista francesa Regnabit: Revista Universal del Sagrado Corazón y Órgano del Radiado Intelectual del Sagrado Corazón , en su sección Amigos y Apóstoles del Corazón de Jesús , en diciembre de 1927. La publicación ofrece un repaso detallado de la vida y virtudes de la Venerable, destacando especialmente su devoción al Sagrado Costado y al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo. Puede descargar el artículo en su versión original en francés o en su traducción al español (ambos en formato PDF) mediante los siguientes enlaces: Versión original: https://drive.google.com/file/d/1_MJLUI0NAJd1LAWYpHprG2BxV8IMvHOb/view?usp=drive_link Traducción: https://drive.google.com/file/d/1UZfNWkQpijEtLo7V2xxE6szY7ipAjxMd/view?usp=drive_link

Estampa de Sor Juana Guillén con reliquia

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  Estampa moderna de Sor Juana Guillén donde se puede apreciar una imagen de la primera versión de su estatua y una oración para solicitar las gracias que se deseen. En el reverso, se incluye una breve biografía de la Venerable y los datos de contacto del convento de San Sebastián en Orihuela, donde pueden comunicarse los favores atribuidos a su intercesión y realizar donativos.  Una característica especial de esta estampa es que contiene una reliquia: un fragmento de tela que ha estado en contacto con sus sagrados restos.

Sor Juana Guillén: Unión plena con Dios

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La vida de Sor Juana Guillén fue una constante aspiración al cielo, marcada por un profundo anhelo de unión con Dios. Soportó con inquebrantable fe y humildad los intensos tormentos que le trajo su enfermedad hasta que, finalmente, el 2 de junio de 1607, a los 31 años, tras despedirse de sus hermanas del convento y quedarse a solas con Jesucristo, entregó su alma al cielo en completa paz y serenidad. La noticia de su muerte conmovió profundamente a la ciudad de Orihuela, que acudió en masa a despedir a quien ya era reconocida por su vida ejemplar y su fama de santidad. Sor Juana Guillén dejó como legado una existencia consumada en el amor absoluto y la entrega total a Dios, un ejemplo que inspira e ilumina los corazones en el camino de la fe.

Sor Juana Guillén: Un adiós definitivo al mundo exterior

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Tras cumplir con las últimas voluntades de su madre, Sor Juana Guillén selló su compromiso final con Dios, despidiéndose para siempre de todo lo material y del mundo exterior. Con el permiso de sus confesores y de la priora, hizo voto de silencio hacia el mundo, restringiendo sus palabras a sus hermanas de convento y a su confesor. Antes de pronunciar dicho voto, recibió a sus amigos y seres queridos para una última despedida, asegurándoles que su próximo encuentro sería “en el cielo” o “en el Valle de Josafat”. Con este acto de renuncia, Sor Juana consolidó su misión espiritual, dejando un testimonio grandioso e inspirador de amor y entrega a Dios y Jesucristo.

Sor Juana Guillén: Entrega total a Dios

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Tras la muerte de su madre, Sor Juana Guillén cumplió dos votos de extraordinario valor: no hablar con nadie fuera del convento, a excepción de su padre espiritual, y renunciar a todas las posesiones materiales no imprescindibles para vivir. Abandonó su celda, trasladándose a una más pequeña y desprovista, y entregó sus pocas pertenencias, incluyendo su querido cuadro de San Juan Evangelista , no dejando nada a lo que aferrarse. Estos actos de humildad, devoción y penitencia inspiraron profundamente a sus hermanas del convento, dejando una huella imborrable y un poderoso ejemplo de sacrificio y entrega a Dios.

Cuadro “Aparición de Jesucristo resucitado a la Venerable Sor Juana Guillén”

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Cuadro que representa una de las apariciones de Jesucristo a Sor Juana Guillén, preservado en el convento de las Madres Agustinas de Segovia. La Venerable Sor Juana Guillén experimentó numerosas apariciones de Jesús, recibiendo de él innumerables gracias y favores, de las cuales raramente hablaba. Compartía estas experiencias, muy eventualmente y siempre en tercera persona, con el único propósito de reconfortar los corazones de sus hermanas del convento.

Sor Juana Guillén: Visión del ascenso al cielo de su madre

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Ana Ramírez, madre de Sor Juana Guillén, deseaba ingresar al convento donde vivía su hija y, tras dos años, finalmente lo consiguió, destacándose por su fervor, silencio, obediencia y penitencia. Hizo profesión antes de morir, el 5 de agosto de 1605. Ese día, cuando fueron a relatarle lo sucedido, Sor Juana se encontraba en el coro, pero, lejos de mostrar asombro y dolor, expresó una profunda tranquilidad y alegría, revelando a las religiosas que Dios le había mostrado en una visión cómo los ángeles recogieron el alma de su madre y la llevaron directamente al cielo.

Sor Juana Guillén: Maestra de Novicias

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Con apenas cuatro años de profesión, Sor Juana Guillén fue elegida Maestra de Novicias, cargo que aceptó con humildad y obediencia. Inspiraba a las novicias con su ejemplo, enseñando que la penitencia, la oración y el recogimiento no debían ser cargas, sino caminos hacia Dios, siempre con alegría. Les decía: “Meteos en las divinas llagas y no salgáis jamás de allí.” Su presencia llenaba de consuelo a las jóvenes, que la veían como referente y guía espiritual. En sus manos, el noviciado floreció en un oasis de gozo y entrega a Dios.

Sor Juana Guillén: Primeros años de clausura

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  Desde sus primeros momentos como novicia agustina, Sor Juana Guillén destacó por su humildad, devoción y profundo amor al silencio y la oración. Fiel a las Reglas, llevó una vida de recogimiento, evitando cualquier distracción mundana. Hizo un voto de no hablar con nadie del exterior, solo rompiéndolo por obediencia. Al tomar sus votos definitivos el 18 de mayo de 1598, su fervor espiritual ya era evidente para todos los presentes, convirtiéndose en un ejemplo de virtud y santidad para sus hermanas en el convento.

Sor Juana Guillén: Anhelo de Santidad

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Con 21 años, Juana Guillén tomó la firme decisión de ingresar en un convento, decidiéndose finalmente por el convento agustino de San Sebastián, al que ingresa junto a una amiga a la que le paga la dote. Su fervor era tan grande que, en el día de su entrada, caminaba tan rápido que su madre y sus familiares no podían seguirle el paso. Tal determinación reflejaba su profundo anhelo por dedicar su vida completamente a Dios.

El bautismo de Sor Juana Guillén

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El 27 de diciembre de 1575, día de la festividad de San Juan Evangelista, nació bajo la protección del santo apóstol la pequeña Sor Juana Guillén, fruto de la ejemplar pareja formada por Honorato Guillén y Ana Ramírez. Un día después de su nacimiento, el 28 de diciembre del mismo año, fue bautizada en la Iglesia de Santiago Apóstol, en Orihuela, con los nombres de Leonor Juana. La ceremonia fue oficiada por el Padre Luis Sabater, y sus padrinos fueron Jaime Rausell y Águeda Pérez de Lucas. Esta iglesia fue construida por los Reyes Católicos, sobre las ruinas de una antigua mezquita, edificada a su vez sobre una iglesia dedicada a San Julián. Se trata de una joya arquitectónica que refleja las diferentes épocas y estilos que han influido en la ciudad, destacando su núcleo gótico, su fachada renacentista y su retablo barroco.

Sor Juana Guillén: El Apostolado de la Acción

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Desde pequeña, Juana Guillén tenía un carisma que atraía a todos a su alrededor. Lideraba a sus amigas en actividades religiosas, y con el tiempo, formó un grupo de jóvenes que la seguían en su camino de fe. Les enseñaba a desprenderse de las vanidades del mundo, mostrándoles su cabeza rapada como un símbolo de entrega a Jesucristo. Juntas, rezaban, ayudaban a los enfermos y apoyaban a quienes lo necesitaban, dejando siempre una huella de devoción y servicio.

Sor Juana Guillén: Ángel de Caridad

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Juana Guillén, desde muy joven, mostró una caridad inagotable, consolando almas y remediando sufrimientos. Colaboraba estrechamente con los misioneros y ayudaba a mujeres en situaciones difíciles, encontrándoles empleos honestos. Donaba sus vestidos a las iglesias, tejía ornamentos sagrados y elaboraba cilicios para regalarlos. Además, preparaba las casas de los enfermos que debían recibir los últimos sacramentos, adecentando y perfumando antes de la visita del sacerdote y ofreciendo consuelo y apoyo tanto al moribundo como a su familia.

Sor Juana Guillén: el Apostolado del Ejemplo

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Juana Guillén, con su ejemplo de modestia y virtud, inspiraba a quienes la veían en la calle y en la iglesia. Su comportamiento conmovía y transformaba corazones, llevando a muchas jóvenes a enmendar sus vidas y, en algunos casos, a abrazar la vida religiosa.

La virgen Oriolana: Sor Juana Guillén (2000)

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Hoja de divulgación de la vida, virtudes y glorias de la Venerable Juana Guillén publicada en el año 2000. En su contenido, se detallan aspectos esenciales de su biografía, así como sus notables virtudes y el proceso de su beatificación . Además, recoge el conmovedor testimonio de una mujer que no podía concebir y que, al encomendarse a Sor Juana Guillén, mediante su novena , alcanzó su anhelado embarazo. Puede descargar la hoja divulgativa "La Virgen Oriolana: Sor Juana Guillén" (en formato pdf) mediante el siguiente enlace:  https://drive.google.com/file/d/18tYWJ6pKouWEk5uEQiarl52f9rwXR4gU/view?usp=drive_link

Sor Juana Guillén: Caridad y desapego material

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Tras cinco años resistiendo a la presión de su madre e insistencia de sus pretendientes, Juana Guillén, decidida a seguir su vocación religiosa, convenció a su madre de su firme resolución y recibió el permiso para distribuir sus vestidos y joyas entre los más necesitados, llevando consuelo y ayuda a aquellos menos afortunados.

Sor Juana Guillén: Ajena a lo mundano

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A pesar de los intentos de persuasión y manipulación por parte de su madre y sus pretendientes, Juana Guillén permaneció inquebrantable en su fe. Se retiró a su habitación y, ante el crucifijo, cortó sus hermosos cabellos, vistió ropas modestas y entregó las joyas y vestidos a su madre, declarando su decisión de ser monja y consagrar su vida a Jesús: “Tomad, madre mía, y desengañaos, que yo no me tengo que casar; no se canse, señora, en ponerme galas, porque yo he de ser monja, y mi esposo será Jesucristo.”

Misas en honor a Sor Juana Guillén

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En reconocimiento al legado espiritual de la Venerable Sor Juana Guillén, quien falleció en opinión de santidad el 2 de junio de 1607, el día 2 de cada mes se celebra una misa especial en su nombre en la Iglesia Conventual de San Sebastián en Orihuela. Hoy, 417 aniversario de su fallecimiento, tendrá lugar a las seis de la tarde. Durante estas ceremonias, se tendrá la oportunidad de recibir una ramita u hoja del mirto donde se le apareció Nuestro Señor Jesucristo crucificado a Sor Juana. Estos eventos son una ocasión única para profundizar en la devoción, así como pedir su intercesión para recibir gracias y favores.

Sor Juana Guillén: Toda de Jesús

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Juana Guillén era hermosa, rica y virtuosa, lo que despertó el interés de los jóvenes de su ciudad, recibiendo numerosas propuestas de matrimonio provenientes de familias distinguidas. Tuvo que enfrentar una tenaz lucha con su madre, quien intentaba influir en su voluntad mediante ricos atuendos y joyas, aunque ella siempre vestía humildemente.     En un acto de caridad, Juana accedió una vez a vestirse lujosamente para contentar a su madre, pero esto solo sirvió para que su corazón permaneciera más firme si cabe en su vocación religiosa. En sus propias palabras: “Todos los contentos del mundo, comparados con la inmensa dicha de ser esposa de Jesucristo, son menos que nada; y yo soy feliz consagrando al Divino Esposo mi virginidad”

Sor Juana Guillén: Perseguida por el demonio, socorrida por Jesucristo

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Sor Juana Guillén, siendo niña, se enfrentó al demonio de manera reiterada. Este trataba de perturbarla con ruidos espantosos, visiones aterradoras y la presencia de insectos repulsivos que emergían de manera inexplicable de su devocionario. En una ocasión, muy asustada, acudió a su madre en busca de ayuda diciéndole: “Señora, me quieren dañar”, pero pronto se tranquilizó e impidió que la acompañara a su habitación afirmando con valentía y seguridad: “Madre, déjeme a mí sola con el demonio, que no ha de poder él más que yo, confío en mi Señor Jesucristo que me ayudará y dará fuerzas para vencerle”. A pesar de los intentos del maligno, la pequeña Juana permaneció firme en su fe en Jesús, quien se le apareció en numerosas ocasiones para brindarle su protección divina y consuelo.

Sor Juana Guillén: Ejemplo de virtud

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La pequeña Juana Guillén irradiaba encanto y modestia, siendo admirada en la iglesia. Las madres alentaban a sus hijas a imitarla por su dulzura, gracia, madurez e integridad. Aprendió virtudes de su tía Mariana Guillén, quien profetizó su santidad,  y dedicaba mucho tiempo a la oración desde temprana edad. Se entregó completamente a la devoción, comenzó a ayunar con siete años y se consagró a Jesús a los diez años con un voto de virginidad.

Sor Juana Guillén: Consuelo de los desfavorecidos

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En Orihuela, los más necesitados acudían a la casa de Ana Ramírez, la madre de la Venerable Sor Juana Guillén, viuda a temprana edad, quien educó a su hija de manera ejemplar, no solo por limosna, sino por la compañía y conversación que dispensaba la niña Juana que reconfortaba de sobremanera sus corazones afligidos.   Los días más duros de frío y lluvia la pequeña Juana acogía en su casa a niñas pobres ofreciéndoles refugio y comida, compartiendo sus propios vestidos y enseñándoles valores cristianos, virtud y prácticas de piedad.

Panfleto sobre Sor Juana Guillén

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Panfleto divulgativo de la vida de la Venerable Sor Juana Guillén elaborado por J. Serafín de la Hoz, basado en el libro "Una gloria del levante español". En él se condensan aspectos cruciales de la vida de la Venerable como su ámbito familiar, perfil humano, vocación, cargos y vivencias espirituales, así como sus dones especiales, enfermedad, muerte y glorificación. Puede descargar el panfleto (en formato pdf) mediante el siguiente enlace:  https://drive.google.com/file/d/1aRAkihVWVm6cV2ew40NBW5oIcaVuweVj/view?usp=sharing

Cuadro “Aparición del niño Jesús a Sor Juana Guillén” (1902)

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Cuadro representativo de las apariciones de Jesús a la Venerable Sor Juana Guillén. Fue pintado por Vicente Navarro, pintor natural de Orihuela, en 1902. Esta obra se conserva en el convento de las Madres Agustinas de Segovia y fue encargada por Sor Remedios Sarrió, la religiosa que encontró en 1886 la copia del proceso perdido de Sor Juana Guillén en el convento de San Sebastián en Orihuela. Durante su vida, Sor Juana Guillén recibió abundantes gracias de Nuestro Señor, quien se le manifestó de distintas formas: desde niño hasta adulto, cargado con la cruz e, incluso, resucitado. Jesucristo permitió a Sor Juana vivir su pasión, concediéndole el inmenso honor de adorar sus santas llagas y experimentar su agonía en la cruz.

Resumen del proceso de Sor Juana Guillén

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Resumen que muestra las fechas de los distintos trámites relacionados con el proceso de Sor Juana Guillén. A pesar que en el año 1619, doce años después del fallecimiento de la Venerable, toda la documentación estaba preparada, la pérdida de las tres únicas copias del proceso provocó la detención completa del mismo. No fue hasta 1886, dos siglos y medio después, cuando Sor Remedios Sarrió encontró una copia en el convento, permitiendo la reanudación de la tramitación. Pueden obtener más detalles sobre este hecho en el artículo  “ Desvaneciendo extrañezas ”.

Cuadro “Aparición de Jesucristo a Sor Juana Guillén”

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Cuadro de la aparición del Señor cargado con la cruz a la Venerable Sor Juana Guillén. Este divino encuentro con Jesús se produjo en el sendero de los mirtos de la huerta del Convento de San Sebastián en Orihuela.  Esta obra, destruida durante la Guerra Civil Española, sirvió de inspiración para la posterior pintura de Asunción Signes .

Artículo “Sustitución acertada” sobre Sor Juana Guillén (1930)

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Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año III, número 143, del 26 de Noviembre de 1930. En él se narra la modificación de la estatua de la Venerable desde su primera versión a su versión final en la que se le sustituyeron las manos para sujetar un nido de flores donde descansa el Sagrado Corazón de Jesús y, en su llaga, el alma de Sor Juana Guillén representada como una paloma junto a las palabras “En mi nido moriré”.  Se consideró necesario este cambio pues era fundamental reflejar con precisión el anhelo de Sor Juana a morar sin cesar y morir en la llaga de este divino Corazón.

Estatua de Sor Juana Guillén (Primera versión)

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Estatua de la Venerable Sor Juana Guillén, hecha en Barcelona unos años antes de la Guerra Civil Española, se encontraba en el convento de San Sebastián en Orihuela. Se trata de la primera versión de la obra, en la que se muestra a la Venerable con el Sagrado Corazón de Jesús y un lirio en sus manos, representación de su amor incondicional por Jesucristo y su absoluta pureza. Posteriormente sería modificada, en esta segunda versión, pasaría a sostener un nido de flores, en el que reposa el Sagrado Corazón de Jesús y, anidando en la llaga del corazón, el alma de Sor Juana en forma de paloma. De sus brazos cuelga una cenefa que dice: “Atráeme a ti; en mi nidito moriré”. Esta segunda representación hace referencia a un escapulario que la Venerable llevaba siempre consigo. Pueden ver la estatua con la modificación  pulsando aquí . La estatua fue destruida durante la Guerra Civil.

Artículo “Auras de sanas esperanzas” sobre Sor Juana Guillén (1929)

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  Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año II, número 84, del 30 de Septiembre de 1929.   El texto destaca la devoción hacia la Venerable Juana Guillén pues las visitas para venerar su imagen y las gracias obtenidas a través de su intercesión son abundantes. Además, se recalca la importancia de su posible canonización para Orihuela ya que fortalecería la moralidad, virtudes y religión en la comunidad, estableciéndose una conexión espiritual entre la ciudad y sus santos patrones.

Sepulcro de Sor Juana Guillén

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Sepulcro de la Venerable Sor Juana Guillén situado en la Iglesia conventual de San Sebastián en Orihuela. Los detalles de la parte superior están realizados en piedra arenosa blanca mientras que la lápida está elaborada en mármol negro. En la inscripción, en letras doradas, se puede leer: “Sepulcro de la madre Juana Guillén natural de esta ciudad y religiosa de este convento de San Sebastián de la orden de San Agustín. Murió en 2 de junio del año MDCVII (1607)”. En relación a este lugar, se recomienda encarecidamente la lectura del artículo “ Fondo de perlas ” en el cual se relata una curación milagrosa por intercesión de Sor Juana Guillén tras rezar ante su sepulcro.

Artículo “Fondo de perlas II” sobre Sor Juana Guillén (1929)

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Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año II, número 73, del 15 de Julio de 1929. En él se tratan, entre otros asuntos, la milagrosa curación de Manuel Ortuño Marín, un bebé que padecía una grave afección respiratoria y se negaba a comer. Tras darle unos polvos disueltos relacionados con la Venerable al niño, cuyo contenido no se especifica, este se recuperó y creció fuerte y sano.

Cuadro de San Juan Evangelista de Sor Juana Guillén

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Cuadro de San Juan Evangelista que perteneció a la Venerable Sor Juana Guillén. Esta pintura, óleo sobre madera, acompañó a la Venerable en su celda del convento hasta el día de la gran renuncia, en el cual entregó los pocos objetos personales de los que disponía. Sor Juana sentía una especial devoción por este Santo, que se le apareció en numerosas ocasiones y le concedió diversos favores.

Artículo "Insistiendo" sobre Sor Juana Guillén (1929)

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Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año II, número 60, del 22 de Abril de 1929. Este texto continúa las ideas expuestas en el artículo “ Especialista en enfermedades morales ” en lo referente al poder de la oración como medio de la conversión de los pecadores, ya que esta es fruto de la gracia divina. También destaca la profunda implicación de Sor Juana Guillén en este proceso, pues en sus últimos años de vida rezaba una media de catorce horas diarias y, tras su muerte, Dios premió sus intercesiones en lo referente a la salvación de las almas con una efectividad excepcional.

Libro "Vida de la Madre Sor Juana Guillén" (1617)

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Libro biográfico de la Venerable Sor Juana Guillén titulado “Vida de la Madre Sor Ioana Guillem, de la Orden de los Frayles Ermitaños de San Agustín nuestro Padre, natural de la Ciudad Origuela” escrito por el agustino P. Gaspar Mancebón, primer biógrafo y su confesor. Fue publicado en el convento de San Agustín en Orihuela (actual colegio de Jesús María) por Felipe de Mey en 1617 (diez años después del fallecimiento de la Venerable). Si bien su lectura a día de hoy puede resultar algo dificultosa por encontrarse en castellano antiguo, hay que recalcar la suma importancia que tiene este escrito como testigo directo de la vida de Sor Juana Guillén. El libro se encuentra digitalizado por Google y se pone a su disposición en formato pdf mediante el siguiente enlace: https://drive.google.com/file/d/1lRXZLiErPYpXKGaSQvbna4pYSQOrEI8O/view?usp=sharing

Artículo “Especialista en enfermedades morales” sobre Sor Juana Guillén (1929)

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Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año II, número 55, del 4 de Marzo de 1929. El artículo destaca, entre los numerosos favores concedidos por Dios a través de la Venerable Sor Juana Guillén, aquellos relacionados con la conversión de pecadores. Su continua oración y profunda preocupación por la salvación de las almas la hacían especial en su capacidad para influir en la transformación de pecadores e inspiraba a confesores y predicadores a esforzarse en esta labor.

Ilustración de Sor Juana Guillén (1932)

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Imagen de la Venerable Sor Juana Guillén procedente de la portada de la obra “ Novena a la Venerable María Juana Guillén”, escrita por el Beato José Agustín Fariña y publicada por la imprenta del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en 1932.  A continuación, se pone a su disposición el enlace de descarga de la novena. Si lo desea, puede llevar a cabo esta práctica para recibir una gracia especial o hacer una petición específica que puede ser concedida por intercesión de Sor Juana Guillén. Enlace de descarga (pdf): https://drive.google.com/file/d/1VumuaBaemxjJSaf5BQqhj2Q_QnaOx1TL/view?usp=drive_link

Artículo “Avivando el fuego sacro” sobre Sor Juana Guillén (1929)

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Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año II, número 53, del 18 de Febrero de 1929. El escrito refleja cómo la figura de Sor Juana Guillén ha ido ganando admiración y seguidores debido a los numerosos beneficios y favores obtenidos gracias a su intercesión. También se hace hincapié en el poder e importancia de la oración y la fe para que se cumplan las peticiones. Por último, se menciona la curación de una religiosa agustina en Segovia como un ejemplo de la intercesión exitosa de la Venerable Madre Sor Juana Guillén.

Ilustración de Sor Juana Guillén (1955)

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Imagen de la Venerable Sor Juana Guillén procedente del tomo I de “Iconografías de Alicantinos Ilustres” escrito por Salvador Gómez Brufal y publicado en Alicante por Ediciones Aries en el año 1955.

Artículo “Fondo de perlas” sobre Sor Juana Guillén (1929)

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Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año II, número 71, del 1 de Julio de 1929. En él se abordan, entre otros temas, la milagrosa curación de Teresa Pérez Cámara, gravemente enferma y a la que los médicos ya habían desahuciado. Su hijo, ante esta dura situación, se dirigió a la Iglesia de San Sebastián y, ante el sepulcro de la Venerable, le suplicó a Sor Juana Guillén por la salud de su madre. Al volver a casa, su madre se encontraba completamente curada y, desde entonces, libre de enfermedad.

Estampa de Sor Juana Guillén

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Estampa de la Venerable Sor Juana Guillén. En la primera cara podemos ver su retrato más conocido, pintado poco tiempo después de su muerte. En la segunda, se puede leer "V. Juana Guillén" "Religiosa agustina" "Muerta en opinión de Santidad el 2 de Junio de 1607, en Orihuela" y las palabras de reflexión de la Venerable: "¿Si servir a Dios es reinar, reinar con Dios que será?” Además, se encuentra la oración para implorar milagros para su Beatificación. Ambas caras se encuentran unidas en la imagen para poder ser descargada y rezar viendo ambos lados a la vez.

Artículo “Mostrando el camino” sobre Sor Juana Guillén (1928)

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  Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año I, número 44, del 17 de Diciembre de 1928. El artículo habla sobre la causa de beatificación de Sor Juana Guillén, destacando que la ciudad no ha hecho lo suficiente para honrar su memoria y proezas. Habla de los dos elementos que deben confluir para que se logre la beatificación: el divino, representado por los milagros obrados por Dios mediante la intercesión de Sor Juana Guillén, y el humano, correspondiente a la cooperación y esfuerzo de las personas que realizan sus peticiones a la Venerable.

Ilustración de Sor Juana Guillén (1931)

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Imagen de la Venerable Sor Juana Guillén procedente de la portada del libro “Vida de la Sierva de Dios, Sor María Juana Guillén, Agustina de Orihuela” escrito por el Beato José Agustín Fariña y publicado en 1931 por la Imprenta del Monasterio de El Escorial. El libro contiene la biografía de la Venerable junto a ilustraciones elaboradas por el profesor, y después director, de la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia Antonio Blanco Lon de Alvareda. La biografía fue publicada anteriormente en 1928 en el boletín “La Virgen Oriolana” y, junto a las ilustraciones, como en el libro, también en 1931, en la revista “Vergel Agustiniano”.

Artículo “Desvaneciendo extrañezas” sobre Sor Juana Guillén (1928)

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Artículo sobre la Venerable Sor Juana Guillén procedente del periódico oriolano “El Pueblo de Orihuela - Semanario Social y Agrario” correspondiente al año I, número 42, del 3 de Diciembre de 1928. En él se explican las posibles causas por las cuales Sor Juana Guillén no ha sido beatificada o canonizada aún. Narrando la perdida de las tres únicas copias del proceso y la aparición, dos siglos y medio después, de una de ellas en el convento de San Sebastián, reanudándose así la causa.

Estampa actual de Sor Juana Guillén

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  Estampa moderna de la Venerable Sor Juana Guillén. En la primera cara podemos ver una imagen de la estatua de la Venerable , en su primera versión, que porta en sus manos el Sagrado Corazón de Jesús y unos lirios, seguida de una nueva oración para pedir la gracia que se desee. En la segunda cara, se puede leer una pequeña biografía así como los datos de contacto del convento de San Sebastián de Orihuela, al que perteneció Sor Juana.